miércoles, 3 de agosto de 2011

Wall Street en problemas

La futura evolución de los mercados bursátiles amenazada. 


La economía americana ha pasado estos últimos días una contingencia que era impensada hace unos meses.
Una traba legal para incrementar el endeudamiento, que requería constitucionalmente aprobación legislativa, casi obliga al default a la primera potencia mundial, no ya a un país mediterráneo, periférico o endeble.
Sin augurar futuros descensos del "rating" crediticio de los "Tbonds" (Bonos del Tesoro) por parte de las calificadoras de riesgo, lo que es probable, ya hay un daño implícito en la imagen de la primera potencia. Injustificado para algunos, ya que se trataba de reducir el gasto del pais. Claro que la política tiñó claramente la discusión. 
Un acuerdo de último minuto perfeccionado ayer con la sanción definitiva de la Cámara de Senadores permitió superar el incumplimiento de pagos pero no modificó el escenario de la economía en su conjunto que sigue en una caída significativa de acuerdo a los indicadores recientemente llegados.
En primer lugar, aunque algunos bolsones de actividad muestren ligeros síntomas de recuperación, hay estados enteros sin signos vitales de reactivación como los casos de Nevada, Michigan, Florida, California, Rhode Island, Ohio, Illinois, Louisiana, South Carolina y buena parte de los estados de Kentucky, Tennessee, Arizona, Idaho y Mississippi. Muchos de ellos muestran un PBI negativo o sus índices de desempleo y ejecuciones hipotecarias son extremadamente altos. Su actividad industrial y la de la construcción muestran signos de marcado estancamiento. 
Como sucede en otros países los salarios promedio no han logrado compensar los incrementos habidos en los precios de la indumentaria y los alimentos, restringiendo fuertemente el consumo.
En prácticamente todos los estados y los sectores de producción las empresas no están generando incrementos de personal y los organismos estatales, tanto federales como estaduales y municipales están restringiendo sus plantillas de empleados. 
Esto queda acreditado con la reciente divulgación del PBI de Estados Unidos, corregido a la baja, proyectando un crecimiento del 1.3 % anual. 
Sin duda la economía en su conjunto no esta generando los 200.000 puestos de trabajo necesarios para mantener los niveles de empleo estables. El índice actual del 9.2% de desempleo promedio para todo el país, con cifras notablemente superiores en algunos estados, no es sin duda un techo y en las actuales condiciones puede ser superado velozmente y en considerable magnitud. Hay que tener en cuenta por ejemplo que el índice de desempleo de los afroamericanos alcanza actualmente el 16 %.
El default asistido a Grecia (con un índice de desempleo en su población joven del 40 %), los problemas subsistentes en otras economías europeas y la prevista baja de actividad en Asia, fundamentalmente en China, marcan un entorno internacional poco auspicioso para la recuperación de la economía americana, protagonista ademas de tres guerras simultáneas, incluyendo al terrorismo, con un drenaje de gastos de inusitada relevancia. Solamente en 2010 la s exportaciones de Estados Unidos a China se incrementaron un 32 %, lo que hace presagiar una contracción en los envíos de considerable magnitud.
 En este contexto los mercados bursátiles marcan una tendencia negativa, donde es evidente, y como fue anunciado, que la "smart money" ya ha emigrado de sus tenencias hacia horizontes mas seguros.
La suba del oro y la baja de los precios de ambos mercados de petróleo, Brent y WTI, durante esta semana certifican esta expectativa negativa sobre la economía americana que significa decir la economía del mundo.
Los futuros balances de las empresas mostrarán los resultados de este escenario y las mutinacionales americanas ya impactadas por la recesión interna en Estados Unidos, dejarán de arrojar resultados positivos provenientes de sus operaciones "overseas".
Y claramente esto ocurrirá también en las empresas cotizantes en los mercados europeos.
Las acciones de bancos en todos los mercados están y estarán seriamente castigadas ya que las crisis de deuda soberana y las falencias en los pagos de hipotecas obligarán a más ejecuciones forzadas.  Se calcula que sólo en Estados Unidos esto podría alcanzar a 11.000.000 de créditos hipotecarios.
La "smart money", y quienes operan en consecuencia detrás de ella, no reingresarán a los mercados bursátiles hasta que un nuevo escenario positivo se insinúe en el horizonte. Y eso no ocurrirá en este trimestre por lo menos. 


Jorge Taboada
3 de Agosto de 2011

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