sábado, 6 de agosto de 2011

Las consecuencias del "downgrade"


Nada es gratuito. Sobre todo un "downgrade" de las características del ocurrido ayer.


Una baja en la calificación de la deuda de los Estados Unidos es un hecho inédito  y de una magnitud aún difícil de mensurar. 
Sin embargo se pueden plantear algunas presunciones. 
La primera consecuencia inmediata debería ser un incremento en la tasas de interés internacionales. La búsqueda de activos sin riesgo generará un arbitraje veloz de diversos títulos de deuda soberana pero en todos lo casos irá acompañando de un incremento en los rendimientos reclamado por los inversores, siguiendo ademas la baja en los precios de los bonos soberanos. Muchos fondos con exigencias de inversión en activos triple A deberán arbitrar sus "Tbonds" por tenencias que respondan a sus requerimientos técnicos como los títulos canadienses o alemanes. 
Claro que se producirá un efecto paradojal: la baja en los precios de los títulos americanos incrementará su rendimiento hasta un punto en que la demanda se incrementará sobremanera al advertir los mercados que su tasa de interés es altamente retributiva en función del riesgo involucrado. 
A mayor baja en los precios de los bonos habrá mayor tasa y en algún momento la demanda se tornará intensa. 
Estas fluctuaciones serán simultáneas a una mayor carencia de recursos financieros en el mundo, producto de las bajas generalizadas de los mercados  que se encuentran en plena ejecución. 
Habrá también un arbitraje de títulos soberanos a títulos de deuda de empresas multinacionales con sólida rentabilidad y menos riesgo actual de default que muchos títulos soberanos. 
También se generará  una búsqueda de nuevos activos protectores, como actualmente ocurre con los metales, lo que permite pensar la aparición de nuevos instrumentos de deuda para un momento tan crítico. 
El dólar tendrá una pérdida provisoria de su hegemonía global hasta que se reinstalen las bases de la confianza en el país y en el control de su deuda.
Esta evidente caída del prestigio de los Estados Unidos como colector de los ahorros globales será sustituida provisoriamente por otras potencias como Alemania o Canadá hasta que nuevas circunstancias internacionales modifiquen el escenario. 
Sin duda que la limitación de la calidad de activos internacionales afectará a todas las economías y a todos los emisores de deuda soberana provocando una suba de los requerimientos para la emisión de deuda con oferta pública. 
La recuperación de la confianza inversora no será veloz en un mundo cargado de potenciales crisis adicionales en todo el planeta, incluyendo Medio Oriente y algunos países asiáticos. 
Los mercados tienen por delante un camino de difícil tránsito. 
Y es evidente que durante este trimestre, el tercero del año, habrá suficientes certezas e incertidumbres para justificar precios y tendencias con oscilaciones de magnitud cuantificables en la escala Richter. 


Jorge Taboada, 
6 de Agosto de 2011

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