sábado, 16 de abril de 2011

Irlanda, Grecia y las calificadoras de riesgo


Irlanda, Grecia y las calificadoras de riesgo.
Calificadoras descalificadas.



Las calificadoras de riesgo siguen realizando, su tarea cualquiera sea la necesidad del calificado, en una realidad bastante adversa.
Moody's ha rebajado ayer la calificación de la deuda pública irlandesa en dos niveles confirmando su perspectiva  negativa sobre la capacidad de pago del país, un día después que su competidora Fitch elevara su perspetiva de calificación para el país. 
Moody's fundamento la rebaja en la calificación de BAA3 desde BAA1  en tres motivos; primero, porque espera una menor fortaleza de las finanzas públicas, luego por las perspectivas de crecimiento más débiles en Irlanda, y por ultimo, a la incertidumbre sobre las pruebas de solvencia exigidas por el Mecanismo de Estabilización Europea. 
Este análisis es mas dramático que el de sus competidoras ya que pone su calificación dos escalones por debajo tanto de Fitch como de Standard and Poor's.
"El actual plan de ajuste está debilitando la demanda doméstica", advierte. 
Moody´s  calcula que el programa de austeridad de 15.000 millones de euros en los cinco próximos años, equivalentes al 9,6% del PIB, dispuesto por el gobierno irlandes, probablemente supondrá una considerable presión sobre las perspectivas de recuperación del país. Prevén que, además, necesitara medidas de ajuste adicionales para cumplir con el objetivo de reducir su a un 3% del PBI como objetivo. 
Irlanda fue rescatada por sus socios europeos en noviembre pasado ante las elevadas necesidades de recapitalización de su sistema financiero.
En realidad las calificadoras de riesgo, en una situación anómala y grave como la generada a partir de la crisis financiera, aguzaron el ingenio para recorrer en forma inversamente proporcional los caminos recorridos por los análisis de calificación de deuda soberana y corporativa previos a la crisis. 
Y se han convertido en descalificadoras de riesgo    cumpliendo un rol desestabilizador adicional para las sufridas economías de países endeudados, aumentando la incapacidad de obtener financiación o de poder acceder a tasa de interés mas sensatas que ayuden a su recuperación.    
Los años anteriores a la crisis mostraron la actitud generosa, y mercantil, para los países y corporaciones que salían a ofrecer deuda al mercado, cuyo exponente claro fue el armado de la deuda soberana griega por parte de Goldman Sachs, y la información que nutrió su oferta, con las consecuencias conocidas. 

Descalificar a los deudores hoy es tarea fácil, pero haber colaborado a crear las condiciones actualmente existentes descalifica también a sus autores.  

Jorge Taboada

15 de Abril de 2011

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