lunes, 27 de junio de 2011

Umberto Eco: "Desgraciadamente, el futuro de Europa será Italia" · ELPAÍS.com

ENTREVISTA: ENTREVISTA - EL SENTIDO DE LA VIDA /1

Umberto Eco: "Desgraciadamente, el futuro de Europa será Italia"

Después de la experiencia profesional, ¿qué hemos aprendido de la vida? Sobre esta premisa conversarán con Vicente Verdú destacadas personalidades de distintos ámbitos en esta serie de entrevistas que se publicarán mensualmente.

Se debate entre el odio visceral hacia los deportistas y el amor a sus nietos. A sus 78 años, el profesor sigue en plena forma. Con él arranca esta serie de entrevistas sobre las lecciones de la experiencia.

El escritor Umberto Eco

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Umberto Eco, semiótico, ensayista, crítico literario mantiene todo su vigor mental a los 78 años.- JORDI SOCÍAS

La figura de Umberto Eco es tanto mayor cuanto más tiempo pasa. Y no sólo en sentido intelectual, sino que su cuerpo se ha multiplicado casi por dos, y hasta su peso, su apostura y su firmeza.

Posee casi todos los atributos de las personas amables que nunca se olvidan y una conversación que mueve a la alegría y la risa con frecuencia. Con 38 honoris causa en su haber, confiesa que a menudo debe renunciar a la aceptación de otro más, en parte porque ya conoce de sobra la ceremonia, el laudatio y todos esos inconvenientes de la reverencia universitaria, pero también porque ¿para qué realizar fatigosos viajes que ni le ponen ni le quitan nada?

Pero hay excepciones. Y una fue Sevilla hace un par de meses. De siempre, dice, quiso conocer esta importante ciudad, y la cita que tenía concertada con la Universidad para el pasado noviembre coincidió, dice, "con que cogí una bronquitis tremenda, con mucha fiebre, y no pude viajar".

"Mi mujer también quedó muy frustrada con aquella circunstancia y ahora, que retrasaron amablemente el acto, es ella la que no ha podido acudir. Pero volveremos. Sevilla es una ciudad maravillosa que siempre deseamos conocer".

¿Cuántos libros ha publicado Umberto Eco? Casi un sinfín entre ensayos y novelas. Desde su primer trabajo sobre santo Tomás de Aquino (El problema estético en santo Tomás de Aquino en 1956) hasta su última narración: La misteriosa llama de la reina Loana (2004).

Nació en Alessandria, una ciudad italiana del Piamonte, el 5 de enero de 1932, y con sus 78 años impresiona el vigor mental y la arrolladora fuerza vital que imprime a sus respuestas, a sus críticas, sus reflexiones y sus ademanes. Lleva un sombrero que le otorga un carácter entre antiguo e intrigante inspector y se apoya en un bastón que, ateniéndonos a su brío, bien podría partir en la cabeza de un enemigo o de un tonto.

La diversidad de sus trabajos, en la televisión, en las editoriales o en la universidad, y la capacidad mental para obtener oportunamente los puestos académicos a que aspiraba han contribuido a enriquecer su sabiduría, pero acaso fue, al revés, su extraordinaria condición de sabio la que ha inspirado una obra tan universal, conocida en medio centenar de idiomas y multiplicada por millones de ejemplares.

Empezando por el principio… ¿Que cómo empecé la experiencia intelectual de mi vida? Pues mire, entré enseguida a trabajar, tras terminar en la universidad, en la televisión cuando la televisión estaba empezando, allá por 1954.

¿Y qué hacía en la televisión? Era un funcionario en las oficinas, no salía en la pantalla, pero fue una experiencia enorme. Entonces se hacía todo en directo, así que podía ocurrir que también nosotros, los funcionarios, tuviéramos que ayudar si algo no funcionaba. Yo tenía entonces 22 años. Me acababa de licenciar en la Universidad de Turín y por un milagro me presenté a una oposición de televisión y la gané junto a otras personas.

¿En Turín? No, en Milán. Lo gané junto a otras personas también bastante conocidas: una fue Gianni Vattimo, el filósofo, y la otra, Giulio Colombo, que ha sido director deL'Unità, etcétera. Y esto determinó, sin duda, mi interés por los problemas de la comunicación.

¿Su licenciatura en qué había sido? Sobre la estética medieval, algo completamente distinto. La televisión fue una experiencia muy importante para mí. No hice nada interesante, pero vi montones de cosas, porque la televisión en aquella época era un lugar en el que uno, al pasar por un pasillo, se podía encontrar a Ígor Stravinski o a Bertolt Brecht. A mí me ocurrió. Todo pasaba por allí... Después lo tuve que dejar, porque sólo observaba lo que pasaba, pero no hacía nada interesante y me fui a trabajar a la editorial Bompiani, que sigue siendo mi editor. Entre tanto, continuaba mis estudios y mis investigaciones, obtuve varios títulos universitarios, empecé a trabajar en editoriales y comencé a dar clases en la universidad, así que en 1975, cuando conseguí la plaza definitiva en Bolonia, dejé lo que estaba haciendo.

¿Y entonces se casó usted? Usted quiere saberlo todo. Verá: lo primero que hice antes en la editorial, donde luego dirigí las colecciones de filosofía, fue un gran libro ilustrado, La historia de las invenciones, que había que paginar… No sé si usted ha visto mis dos últimas diversiones, la Historia de la belleza y la Historia de la fealdad. Pues bien, resulta que al final de mi vida me he puesto a hacer lo mismo, libros ilustrados.

Había allí un gran diseñador gráfico, Bruno Munari, que era uno de los más importantes diseñadores italianos del siglo. Un día llevó a un ayudante que vino a ser una diseñadora alemana que estudiaba historia del arte y, así, accidentalmente nos casamos. Lleva cincuenta años en Italia, pero continúa siendo alemana.

¿Y tuvo hijos? El año 1962 fue muy importante en mi vida, porque me casé, engendré a mi primer hijo, que nació al año siguiente, publiqué el libro que me dio más fama en esa época, Obra abierta, y murió mi padre. Así que de pronto me convertí en adulto, era yo el padre.

¿Estaba usted muy unido a su padre? Sí.

¿Su padre, qué era? Un empleado en una empresa privada. Sí, teníamos una buena relación.

¿Y cuántos hermanos eran ustedes? Yo tengo una hermana. Y luego tuve dos hijos: un hijo y una hija. Mi hijo ha trabajado durante 12 años en Nueva York, en el mundo editorial. Ahora trabaja en la oficina de prensa de RBS en Roma y mi hija es arquitecta. Eso es todo. Ah, y tengo dos nietecitos, de nueve años y medio y de uno y medio.

¿Que le gustan mucho? Ser abuelo es un trabajo maravilloso. Porque se tienen todos los placeres y las ventajas y ninguna responsabilidad.

Claro que sí. Publica, pues, 'Obra abierta', triunfa internacionalmente y después llega su otra gran obra de referencia, 'Apocalípticos e integrados', en la sociedad de masas. Apocalípticos e integrados quizá sea mi libro de ensayos más conocido en el mundo español, España e Hispanoamérica, no sé por qué. En realidad no era un proyecto. Como le he dicho, me interesaban los problemas de la comunicación de masas, la televisión, etcétera, y escribía ensayos en alguna revista. De repente convocaron la primera oposición para una cátedra de comunicación, oposición que no la ganó nadie porque en esa época no había una definición de lo que fuera comunicación de masas. Se presentó la gente más diversa: un sociólogo, un psicólogo, un historiador… Así que el tribunal ya no sabía bien lo que era un comunicador. Pero como para toda oposición hay que tener publicaciones, reuní todos esos ensayos de revista, que por casualidad se convirtieron en Apocalípticos e integrados. Y hay que decir que me ayudó mi editor, Valentino Bompiani, uno de los más célebres editores italianos junto con Mondadori. Como aquí Carlos Barral, personajes ya históricos.

Bompiani era más viejo y tenía una excepcional dote para inventar títulos. Por ejemplo, en el caso de Obra abierta, yo tenía entonces que hacer un libro para Einaudi, que me había pedido Calvino. Pero Bompiani me dijo: "¿Por qué no reúnes estos ensayos que ya tienes publicados?". "Yo tengo que escribir un libro para Einaudi", le dije. "¿Y cuándo lo harás?". "Necesito todavía cinco o seis años". Y atajó: "Mientras tanto, ¿por qué no reúnes estos ensayos desperdigados y los publicamos aquí?". No me gustaba publicar en la editorial en la que trabajaba, porque me parecía algo como de familia, pero ya que me lo pedía él… "¿Cómo lo titulo? ¿Forma e indeterminación de las poéticas contemporáneas?". "Está usted loco".

Cuando ya reuní la colección de ensayos para Apocalípticos e integrados, me volvió a preguntar: "¿Cómo lo titula?". "Problemáticas de la comunicación de masas". "Está usted loco". Se fue a mirar el último ensayo, cortísimo, de tres páginas, que se titulabaApocalípticos e integrados, y declaró: "El libro se titula así". Le dije: "Tenga en cuenta que no tiene que ver con los otros ensayos, habría que explicarlo". "Pues escribes una nueva introducción y lo explicas". Y escribí una introducción de 40 páginas que cambió todo el libro y lo convirtió en Apocalípticos e integrados.

¿Y no le parece que ahora estamos en una fase igual, de 'Apocalípticos e integrados'? Un corte entre quienes defienden los valores perdidos y deploran el presente como una degeneración cultural y moral. Sí, eso mismo era un debate típico de aquella época en la que los filósofos, los intelectuales, todavía no conseguían comprender el mundo tecnológico de la comunicación, así que existía esta división entre los que hacían comunicación de masas y, digamos, los aristócratas intelectuales, que no la entendían. Pero hoy es distinto, porque los más aristócratas de los intelectuales entienden perfectamente estos problemas, usan Internet… Es, en todo caso, no una crítica desde fuera, sino desde dentro, de intelectuales que usan medios de masas, ven la televisión, usan el ordenador y pueden a la vez criticarlo. Así que me resultaría muy difícil decir hoy: "Usted es apocalíptico o usted es integrado".

Pero esa queja de que ya la gente no se relaciona personalmente debido a la omnipresencia de Internet… Esa es la crítica que hacemos todos. Pero antes los apocalípticos eran los que criticaban y rechazaban. Hoy son los que critican, pero a la vez usan estas cosas, así que es un discurso interno: yo soy muy crítico con Wikipedia, porque contiene noticias falsas. Las hay también sobre mí, falsas y no falsas, pero utilizo Wikipedia, porque si no, no podría trabajar. Mientras escribo, por ejemplo, Tirso de Molina y no me acuerdo de cuándo nació, voy a Wikipedia y lo miro, en cambio antes tenía que coger la enciclopedia y tardaba media hora. Antes los apocalípticos no usaban estas cosas: escribían a mano con la pluma de ganso.

¿Y usted cree sobre sí mismo que ha tenido una percepción especialmente acertada de la sucesivas situaciones culturales? Mire, el profesor Vázquez da mañana un discurso sobre mí, y dice que he sido de los que han intentado comprender y criticar el momento en que vivimos. Formo parte de una generación para la que el presente era el ambiente natural: viajábamos en avión, en coche, veíamos televisión, mientras que toda una generación anterior veía la cultura como rechazo del presente. Se encerraban en su torre de marfil y no querían saber nada de lo que ocurría. Yo pertenezco a una generación que ha pensado que el intelectual tiene que hallarse comprometido con el presente y, por tanto, con todos sus aspectos. Tenemos respecto al presente, nosotros los jóvenes que no tenemos más que ochenta años, una actitud diferente de la de nuestros padres o de la de nuestros maestros.

¿Ha echado de menos algo en su trayectoria profesional? ¿Habría querido hacer otra cosa en algún momento? Yo creo que mi generación ha sido muy afortunada, porque llegamos con 13 o 14 años al final de la guerra, nuestros hermanos mayores murieron o no pudieron acabar los estudios. Nosotros llegamos mientras había una expansión económica. Hemos tenido todo. Mi hijo y también los estudiantes más jóvenes no han tenido todas estas posibilidades. Nosotros hemos sido una generación que debería avergonzarse de lo afortunada que ha sido: nos han dado todas las posibilidades. Yo no puedo quejarme de nada; si acaso, de haber aprovechado mal todas estas posibilidades. Los que tenían diez años más que nosotros, o murieron o tuvieron una vida muy difícil. Esto explica también la tremenda paradoja por la que mi generación sigue estando en el poder: tendríamos que estar en el hospicio de los pobres ancianos, deberían estar en el poder los que tienen 30 o como mucho 40 años. Y no es que queramos estar en el poder, es que nos lo piden y estamos obligados… Estar en el poder no quiere decir ser jefe del Gobierno, sino director de la colección, director de la revista, de la editorial… Estamos condenados a quedarnos en el poder porque las generaciones siguientes no han tenido las oportunidades que nosotros hemos tenido.

Ahora ya serían casi dos generaciones las que han pasado en blanco. Unos son los estudiantes del 68. Un momento muy difícil. Y los de después, peor todavía. Naturalmente, tengo estudiantes de 30 años que son buenísimos, son unos genios, pero el porcentaje es bajo. Nosotros, en un 80% hemos ocupado todos los espacios; estos los ocupan en un 30%. Produce una gran melancolía.

La sensación un poco de mala conciencia, también. Nosotros deberíamos estar tumbados en una hamaca leyendo y dando buenos consejos.

¿Y cómo encuentra Italia actualmente con Berlusconi en el centro de todo? Antes se decía que el futuro de Europa sería Estados Unidos. Hoy, desgraciadamente, el futuro de Europa será Italia. La Italia de Berlusconi anuncia situaciones análogas en muchos otros países europeos: donde la democracia entra en crisis, el poder acaba en las manos de quien controla los medios de comunicación. Así es que no se preocupen por nosotros, preocúpense por ustedes mismos.

¿Y tiene usted alguna esperanza de que Internet sea una contribución democrática a la crisis democrática actual? Siempre digo que la televisión es buena para los pobres y mala para los ricos. Es decir, la televisión ha enseñado a todos los italianos a hablar italiano, los que no tenían escuelas aprendieron por televisión dónde estaba India… En cambio, los que tenían escuelas, al ver la televisión se vuelven más estúpidos, así que la televisión es buena para los pobres y mala para los ricos. Pero no ricos en sentido económico, nosotros somos los ricos. Y lo mismo ocurre con Internet: en ciertos países, como China, es un instrumento fundamental para poder pasar informaciones y noticias que de otro modo no llegarían. En otros países donde estas noticias pueden llegar, puede ser una forma de encerrar a los jóvenes en una soledad totalmente virtual, fuera de la realidad. Pero Internet no es una sola cosa, es muchas cosas. Es como un libro: ¿un libro es bueno o malo? Si pone Mein Kampf es malo, si poneLa Biblia es bueno. Y lo mismo Internet: es un instrumento que en muchos casos ha cambiado nuestra vida, nuestra capacidad de documentación, de comunicación, etcétera. Y en otros casos se presta a difundir noticias falsas. Uno nunca sabe si lo que le llega a través de Internet es verdadero o falso. Esto no ocurre con los periódicos o con los libros, porque más o menos uno sabe que El País es algo distinto a Abc, que Le Figaro es algo distinto a Libération. Y según el periódico que compra, sabe cuál es la posición del periódico, y se fía o no se fía. Y lo mismo los libros: si uno ve que un libro es de Mondadori o de Columbia University, se piensa que alguien quizá ha elegido este libro y ha impedido que se publicaran otras cosas, pero si ve un editor extraño, no puede saberse nada de antemano. Con Internet no se sabe nunca quién habla.

¿Y no pasará eso en Internet también, que habrá marcas, o editoriales, lugares de confianza? No, porque cualquiera puede conectarse: yo, usted o un señor X que está loco, mientras que este señor X no puede montar una editorial o un periódico, necesita gentes que le apoyen. Hay filtros sociales: antes de que alguien haga un periódico están los que le dan dinero, los periodistas… Hay filtros: a través del que le da el dinero, de los periodistas, sabemos que es fascista, o comunista… En cambio, con Internet, el señor Fulano no se sabe quién es. Usted y yo, que somos personas de cierta cultura, podemos darnos cuenta muchas veces de si el que hace el sitio de Internet está loco o no, pero si es un sitio sobre física nuclear, usted no se da cuenta, y yo tampoco. Así que imagine a los jóvenes que utilizan Internet en la escuela y pueden encontrar un sitio racista, un sitio negacionista… Y no saben hasta qué punto creerlo o no.

¿Y qué piensa de esta oleada que proclama la bondad del saber de las muchedumbres, las fuentes abiertas, el pensamiento compuesto por los muchos que acuden a la Red? Ya se lo he dicho: Internet es como los libros, puede haber libros buenos y malos. Por ejemplo: en política, hoy, en Italia, con una crisis de los partidos, se están creando zonas que en italiano se llaman de sociedad civil, que se manifiestan, pero que no son de un partido. Todos estos se comunican a través de Internet, y pueden reunir a 300.000 personas. En este sentido, Internet se convierte en un instrumento muy importante de libertad. De igual modo, un joven, desde su casa, va a dar con un sitio en el que le dicen que el Holocausto nunca tuvo lugar, o con un sitio pornográfico. El último artículo que he escrito dice: "Busquemos en Internet a Padre Pío"; reflejaba los 1.400.000 sitios en que aparecía este nombre. Busquemos a Jesús: 3.500.000. Busquemos porno: 130.000.000. Porno gana por 100 veces a Jesucristo. ¿Qué hacemos frente a esta inmensidad de mensajes? Por un lado, Internet puede ser un instrumento de liberación para los jóvenes chinos que consiguen decir cosas que el régimen impide que se digan, pero del mismo modo puede estar corrompiendo por la abundancia de mensajes sexuales que les llegan. Antes, el político medio entendía el sexo como un momento de descanso: cuando había ganado la batalla de Austerlitz… ¿Pero con quién practicaba el sexo? Con la condesa Castiglione, con Sarah Bernhardt, con mujeres que valían la pena. Ahora estos políticos no lo entienden como un descanso después del trabajo, sino como lugar del trabajo, y se conforman con putillas.

Piense en la historia de los sacerdotes: antes el sacerdote vivía en la rectoría y sólo veía al ama de llaves, fea y con bigote, y leía L'Osservatore Romano. Ahora ve la televisión todas las tardes y ve senos, culos, y luego decimos que se convierte en pedófilo. El pobre diablo tiene ante sí una serie de provocaciones. El pobrecillo tiene que ver todas las noches en la televisión pública cosas que antes… Y lo mismo ocurre en el mundo político: es toda una degeneración. Y lo mismo Internet: son los que ven los 130.000.000 de sitios pornográficos en lugar de los 3.000.000 de sitios sobre Jesús.

Quizá en este ascenso de los movimientos sociales que hemos dicho se esté fraguando el germen de una democracia distinta, porque ¿cómo seguir soportando la idea de que un Gobierno sea elegido para cuatro años y que durante esos cuatro años no se les pueda despedir, tal como si hubieran sacado una plaza de funcionarios? Desde luego no hemos reflexionado lo suficiente sobre el hecho de que hemos llegado al final de la democracia representativa. Cuando en Estados Unidos vota sólo el 50% de los ciudadanos, y uno debe elegir entre dos candidatos, es elegido con el 25%. Candidatos que no son elegidos por el pueblo, sino por la organización interna. ¿A quién representa este candidato? ¿A cuántos ciudadanos representa? ¿Cuál es la diferencia con el sistema soviético, en el que el Sóviet Supremo elegía tres candidatos, luego discutían y elegían a uno? Que en Estados Unidos existe el control de la sociedad civil, los lobbies, las organizaciones culturales y religiosas, industriales, hay una serie de poderes que controla el poder central, y que en la Rusia estalinista no existía. Pero no es una democracia representativa. Estamos llegando a una crisis trágica de la democracia: seguimos simulando que existe la democracia representativa y que soy yo, el ciudadano, el que elige a mis representantes, pero no es cierto. El nacimiento de estos movimientos sociales fuera de los partidos, que en Italia se llaman los Violetas y se reúnen vía Internet, pueden ser el futuro, o la corrección de una democracia representativa en crisis. Así que yo no soy de los que dicen que se cierre Internet. Habrá que ver qué pasa. Igual que Italia fue el laboratorio del fascismo, que luego copió España, en este momento es el laboratorio del berlusconismo, y habrá que ver qué pasa.

¿Y cómo definiría el berlusconismo, que según usted será el destino de Europa? Es un peronismo europeo, aunque no ha llevado al Gobierno a una actriz.

¿Prepara ahora un ensayo o una novela? Una novela, pero yo no hablo nunca de mis novelas. Como El péndulo de Foucault me llevó ocho años, la última novela me llevará otros tantos contando desde la aparición de La misteriosa llama de la reina Loana, en 2004.

¿Y cómo es que escogió la novela? Le iba bien con el ensayo, ¿cuál fue la razón que le llevó a escribir 'El nombre de la rosa'? Es una pregunta que muchos me han hecho, y no tengo una respuesta, así que he dado diez respuestas distintas y todas verdaderas. Uno: porque me apetecía. ¿Por qué haces el amor con esa mujer? Porque te apetece. Sin más explicaciones. Dos: porque siempre me ha gustado narrar, solo que le contaba historias a mis hijos, y cuando crecieron se las conté a algún otro. Porque siempre he contado historias. También mis ensayos son narrativos. Porque en 1975 conseguí la cátedra y no podía desear nada más en la vida. Tenía la cátedra, mis libros se traducían a varias lenguas, y ¿qué hago ahora? Entonces se me ocurrió responder a un nuevo desafío, hacer algo nuevo. Porque un día vino a verme una amiga y me dijo que estaba preparando una colección de novelas policiacas escritas por no narradores: se lo estaba pidiendo a políticos, sociólogos… Todos libros de cien páginas. Yo le dije que no, que no podía escribir un libro policiaco; en primer lugar porque no sé escribir los diálogos; además, si tuviera que escribir un libro sería una locura medieval y tendría 500 páginas. Llegué a casa y empecé a redactar una lista de nombres.

La otra respuesta es que tenía casi 50 años. A los 50, los señores dejan plantada a la mujer y se fugan con una bailarina. Yo, en cambio, escribí una novela: menos dispendioso y menos pecaminoso. Las razones son infinitas y ninguna. La única es esta: mire la línea de mi vida, llega hasta aquí, se para y vuelve a empezar. ¿Qué quiere decir esto? Que aquí tuve un accidente, perdí la memoria y empecé una nueva existencia; o que aquí dejé de ser sólo un profesor y empecé a ser un novelista, a ganar más dinero, y mi vida cambió.

¿Y con qué ha recibido más satisfacciones, con las novelas o con los ensayos? No lo sé. Obviamente, mis ensayos vendían 10.000 copias, y las novelas, 1.000.000. Pago más impuestos escribiendo novelas que escribiendo ensayos, pero la satisfacción… No lo sé, ahora se publican muchos libros sobre mí. Algunos, sobre mi actividad narrativa, y otros, sobre mí. Algunos me hacen enfadar, porque parece que no han entendido nada; pero no sé si me producen más placer los unos o los otros.

¿Y en Italia se encuentra bien como intelectual? ¿Se considera altamente respetado? Bueno, no me lanzan huevos cuando hablo… pero me aprecian mucho más en Francia, Alemania, Estados Unidos o España que en Italia. Esto es obvio, normal. Los franceses, por ejemplo, se creen que culturalmente son los mejores del mundo y en cuanto alguien les gusta deciden que es francés. Han decidido que Leonardo es francés, Modigliani es francés, Picasso es francés, y a mí me consideran francés. Y debo decir que en Francia gozo de una popularidad conmovedora, también porque el primer país extranjero al que fui, con 20 años, fue Francia. Me enamoré de París y me ocurre un fenómeno extraño: si estoy en Milán, en el tren, y alguien me dice: "Mira, Umberto Eco", me fastidia un poco, porque preferiría estar tranquilo, solo. Cuando esto me pasa en la plaza de la Sorbona, soy feliz.

¿Ha vivido en Francia? Tengo una casa en París y voy de vez en cuando. No he vivido nunca más de un mes o dos. Yo creo que por lo menos la mitad de los franceses creen que soy francés.

¿Y cómo se encuentra de salud? ¿También le interesa esto? Me duele la rodilla y tengo hiperglucemia.

¿Se cuida? Sí, bebo sólo whisky, que no tiene azúcar. El doctor dice que es peor que beba, pero no tiene azúcar.

¿Y desde cuándo lleva bastón? Desde hace un año, para la rodilla. Tengo un dolor en el menisco por la pérdida del cartílago. Yo digo: Delenda cartilago, ¿Comprende? Como Delenda Cartago. Pero toda mi vida, mi sueño fue andar con un bastón. Así que ahora tengo cuatro bastones: uno del XIX, este napolitano y dos más. Estoy encantado de llevar bastón: los coches se paran; si se te cae algo al suelo, te lo recogen. Yo pensaba siempre, cuando era joven, que me gustaría salir de casa e ir hasta el bar con un bastón y que en la puerta de todas las tiendas la gente me saludara y me dijera: "¿Cómo está, profesor?". Es maravilloso.

¿No ha hecho deporte? Sólo natación.

¿Pero le ha gustado el fútbol? No, no. Caminar, siempre. En Nueva York me hacía 60 manzanas. Ahora no. Ahora paso tres meses al año nadando. De los demás deportes, nada. Odio a los deportistas, espero que se maten todos entre sí.

¿Pero el fútbol, hablando de asuntos de masas, nunca le ha interesado?No, no. En mi juventud fui campeón de auto-gol. Tengo los pies planos. Mis compañeros de clases jugaban el partido y yo preparaba los carteles, pero no participaba. Y muchos que han hecho deporte se han muerto diez años antes que yo.

¿Y pintaba? Dibujos. Por diversión. Y toqué también la flauta, pero ahora me duelen los pulgares. Por lo demás, nada.

Bueno, tiene muchas satisfacciones más. Los nietos.

La lección del profesor

"Dejé de ser sólo un profesor, empecé a ser un novelista, a ganar más dinero, y mi vida cambió". Umberto Eco (Alessandria, Piamonte, 1932) recuerda así su tránsito hasta convertirse en autor de 'best sellers' como 'El nombre de la rosa'. El prestigioso semiótico, ensayista y crítico literario mantiene todo su vigor mental a los 78 años. "El intelectual tiene que hallarse comprometido con el presente. Nosotros los jóvenes, que no tenemos más que ochenta años, tenemos respecto al presente una actitud diferente a la de nuestros padres o a la de nuestros maestros". Ha publicado numerosas obras entre ensayos y novelas. Atesora una colección de 38 doctorados honoris causa que recientemente ha vuelto a crecer en la Universidad de Sevilla. "Me aprecian más en Francia, Alemania, Estados Unidos o España que en Italia".


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jueves, 23 de junio de 2011

Congreso Tecnológico CREA 2011: “Las buenas prácticas llegaron para quedarse" (Comunicado Nº 7)

Las "buenas prácticas" llegaron para quedarse

   
                                 
Mónica Galleguillos.

Mariana Hill Lavista.

Sebastián Bigorito.

Christian Jetter.


El caso uruguayo
Uruguay asistió recientemente a un hito histórico: Por primera vez, las exportaciones de granos superaron a las exportaciones de carne, lo cual genera la necesidad de revisar y prever una amplia serie de cuestiones vinculadas con la sustentabilidad.
"La ley de conservación de suelos del Uruguay no es nueva; data de 1981, aunque se reglamentó en los años 90. Sin embargo, a partir del 2005 hubo una voluntad política de hacerla cumplir", explicó Mariana Hill Lavista, Directora General de Recursos Naturales Renovables del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca del Uruguay.

Un objetivo gubernamental es avanzar hacia la planificación del suelo. "En Uruguay, muchas veces se aplica el mismo manejo y la misma rotación en todo el país, asumiendo una misma capacidad de uso", explicó la disertante. Identificar la capacidad del suelo para luego proponer un plan de uso, pasa a ser un tema clave. "No pretendemos que el Ministerio apruebe los planes, eso sería una locura, pero al menos habrá un ingeniero agrónomo que brinde garantías profesionales sobre cada plan", dijo. Recientemente, se incorporó al dueño de la tierra como persona solidaria junto al productor, desde el punto de vista legal, en lo concerniente a estas cuestiones.

La preservación del suelo pasa a ser crítica. La economía uruguaya está atravesando cambios estructurales muy fuertes. "Uruguay es chico en superficie, y además tenemos tres millones de habitantes, con lo cual, sin una apertura externa, en la que venimos trabajando intensamente, no tenemos demasiadas oportunidades de crecer".

Esa apertura llevó a una intensificación de la agricultura, que derivó en un uso intensivo de los recursos naturales. "El crecimiento es bueno, pero hay que ver que las oportunidades no se transformen en amenazas", manifestó Hill Lavista.

"Hemos tenido un aumento importante de la inversión extranjera directa. La inversión argentina, de hecho, fue notable. Esto también fue parte de una estrategia política oficial. Queríamos posicionarnos en el mundo, para lo cual necesitábamos abrirnos a la inversión directa", manifestó.

Algunos objetivos que forman parte de la estrategia oficial son:
. Profundizar el desarrollo agroexportador.
. Incluir a sectores de agricultura familiar. Se está trabajando activamente al respecto. Se trata de generar las herramientas necesarias para que la producción familiar se pueda sumar a las cadenas agroexportadoras.
. Mantener políticas claras para el uso sustentable de los recursos naturales. "Desde el Ministerio intentamos promover Buenas Prácticas a través de normas técnicas que se difunden y dan a conocer, pero además se fiscalizan. El rol del Estado es fundamental en la fiscalización del cumplimiento", expresó la funcionaria uruguaya.

La experiencia chilena
Cuando Chile reafirmó su voluntad de competir en los mercados mundiales de alimentos, tuvo que afrontar con realismo que, como dice un dicho local, "hay que bailar la cueca del que la toca".  La adaptación a las exigencias de los compradores no fue fácil, explicó Mónica Galleguillos, Gerente General de GCL Capacita S.A., empresa de la Fundación Chile. De 18.000 productores certificados en el año 2004, se pasó a más de 100.000 en el 2010.

Los principales compradores, en el caso de Chile, son las grandes cadenas de supermercados a nivel mundial. "Ellos fueron quienes le pusieron la música a este baile de las Buenas Prácticas", expresó la oradora. "Eso nos costó sangre, sudor y lágrimas. En poco tiempo tuvimos que adaptarnos. En plazos record, nuestros campos lograron implementar las Buenas Prácticas y certificarse".
Galleguillos sostuvo que la distinción entre prácticas "negociables" y "no negociables" es relativa. "Cuando las cadenas de supermercados nos dicen que a partir de tal fecha sólo comprarán los productos que tengan tal o cual certificación, no hay mucho margen de opción".

La Gerente General de GCL Capacita señaló que la implementación de Buenas Prácticas responde a distintas motivaciones:

-Comerciales. Son las que impone la industria alimenticia, y las que exigen los compradores. El mundo requerirá cada vez más alimentos, pero para satisfacer esa demanda habrá que responder a una serie de exigencias.

-Cuestiones de inocuidad. "Como sector industrial, no podemos llevar al mercado productos factibles de ocasionar problemas de salud a los consumidores", comentó la disertante. Y mencionó el caso de la escherichia coli  en Alemania, donde hubo varios muertos. "Los primeros acusados fueron los productores de pepinos en España, lo que ocasionó grandes pérdidas a ese país, por más que posteriormente se puedo comprobar que el problema consistió en la aparición de una nueva cepa hasta entonces desconocida".

-Competitividad. La necesidad de ser competitivos es un fuerte impulso para la adopción de las Buenas Prácticas.
En Chile, señaló Galleguillos, se creó una Comisión Nacional de Buenas Prácticas, que nuclea a los principales actores del gobierno y el sector industrial. "Es importante que los sectores productivos estén representados a todos los niveles", dijo. " Los grandes se cuidan solos; hay que cuidar a los más pequeños".

"Detrás de las normas hay intereses"
Sebastián Bigorito, Director Ejecutivo del Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sostenible (CEADS), afirmó con pragmatismo: "Detrás de toda norma técnica hay una discusión geopolítica, y hay dinero de por medio. No hay dudas de que existen muchos intereses detrás de la construcción de una norma técnica".  Sin embargo, afirmó con la misma contundencia: "El ejercicio de las Buenas Prácticas hay que hacerlo, más allá de que pueda terminar transformándose con el tiempo en una traba no arancelaria".
En relación con las certificaciones de normas, las mismas "son apenas la punta del iceberg", dijo. "Hay 18.500 normas ISO, pero sólo doce de ellas son certificables. La certificación es útil solamente si agrega valor".

Lo mismo ocurre con las normas voluntarias. "Si una norma voluntaria no agrega valor, no es útil. Tal vez sea una norma consensuada sólo a nivel sectorial, sin mayor respaldo entre los distintos actores", dijo. Eso le dio pie para enunciar las características que debería tener toda norma para ser efectiva: "Su proceso de construcción tiene que ser abierto a todos los sectores involucrados; participativo, y contar con una base científica y técnica".

La adopción de las Buenas Prácticas, expresó Bigorito, debería ser proactiva. "Hay un balance entre normas voluntarias y normas legales. Si actuamos proactivamente, hacemos que esa balanza se incline más hacia el lado positivo". En otras palabras, esto evita la tendencia gubernamental hacia las regulaciones extremas, y pone de manifiesto la capacidad de autorregulación de los sectores involucrados. "Los reguladores tal vez intentarán regular en base a normas internacionales o extranjeras, o en base a criterios difusos".

A propósito de ello, Bigorito señaló que "no hay que confundir normas extranjeras con normas internacionales. Las normas internacionales son las que están dentro de las ISO. Eso no quiere decir que todas las normas ISO sean buenas, pero al menos se supone que fueron hechas pensadas en el promedio de la comunidad internacional".
En cuanto a la huella de agua y la huella de carbono,  la opinión de Bigorito fue contundente: "Son inexorables".

Productores en la mira
Christian Jetter, Presidente de la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz y miembro del CREA Avati-i-Arrocero, utilizó una metáfora regional para definir su postura ante las cuestiones vinculadas con la preservación de los recursos: "Yacaré que se duerme, termina en billetera".

"Tenemos que ser proactivos –explicó-. No podemos quedarnos en la defensiva. No permitamos que nos dividan entre ambientalistas y productivistas, porque esa pelea la vamos a perder. No debemos permitir que se ponga de un lado a quienes dicen no tener fines de lucro, y del otro a los empresarios. Tenemos que demostrar que nuestra producción es absolutamente sustentable".
Los productores arroceros, agregó, están "en la mira" debido al uso intensivo del agua que requieren. "Además de tierra, el arroz necesita agua durante 100 días. En la provincia de Corrientes utilizamos sólo el 2% del agua; el 98% va hacia el Río de la Plata, y nadie se preocupa por ello".

"Mi opinión es que no podemos ser pasivos en este debate. Tenemos que tomar decisiones e intervenir en la ciencia y la política. La responsabilidad social empresarial no termina en ayudar a la escuela del pueblo, por más que sea muy importante. Es fundamental que nos involucremos en estos temas".

La importancia que reviste el cultivo de arroz en Corrientes hace que este involucramiento se torne urgente:

-Anualmente, se siembran en la provincia 100.000 hectáreas de arroz. Durante décadas, fue prácticamente el único cultivo que se desarrolló a nivel provincial.
-La actividad tiene una fuerte demanda de recursos humanos. Actualmente, genera al menos unos 5.000 puestos de trabajo. Existen cerca de 130 productores.
- El 40% del arroz del país es producido en Corrientes.
Ingresar al mundo de las buenas prácticas representó para los productores una importante apertura mental, señaló Jetter. "Implicó que hiciéramos participar
a gente de afuera del sector. A los productores muchas veces nos gusta juntarnos entre nosotros y no con otros. Además, no nos gusta que desde afuera nos digan lo que hacemos mal. Sin embargo, es fundamental tener la posibilidad de saber cómo nos ven desde otros lugares".

El disertante dejó claras también dos cuestiones:
-"Con las Buenas Prácticas intentamos hacer una guía que realmente sea practicable. Los productores hacemos nuestra actividad para ganar dinero. Las Buenas Prácticas deben ayudarnos a ser sustentables en lo ecológico, pero también en lo económico".
-"Las Buenas Prácticas deberían ser aplicables a todos los productores, chicos medianos y grandes, y no estar restringidas a una elite".

Posted by: Alfredo Orsini

24y25/06: Conciertos en el Palacio Noel - Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco

 
 
 
Encabezado
 
foto Palacio Noel

La sede del Palacio Noel del Museo Isaac Fernández Blanco se convirtió en uno de los espacios más reconocidos en la Ciudad de Buenos Aires para la música de cámara. Si bien se programan ciclos de temáticas variadas, se resalta la labor realizada en la difusión de los repertorios de música antigua, y en especial los del período barroco. En este ámbito, el Museo es un verdadero motor de los conjuntos y solistas, articulando diversos proyectos entre los que se destaca la participación de encumbrados grupos y artistas del país y del extranjero.

Suipacha 1422
Entrada general $1.-

No se realizan reservas / Estricto orden de llegada
Capacidad de la sala limitada a 120 espectadores

 
Viernes 24 de junio, 19 horas

Recital de piano a cargo de Daniel Glover (USA)

Auspicia: ALAPP Argentina
 
Programa

El programa que presenta Daniel Glover se centra en compositores húngaros y rusos de los siglos XIX y XX, incluyendo obras de Liszt en conmemoración del 200º aniversario de su nacimiento. Además, el programa contiene la "Gran Sonata para piano" de Tchaikowsky, la "Suite op 14" de Bartok y la poco conocida "Méditation on a motive" de Debussy. Este interesantísimo programa se completa con dos Estudios en estilo lisztiano del poco conocido compositor, matemático y físico ruso Aleksandr Mijáilovich Liapunov.

Daniel Glover

El pianista Daniel Glover actuó en cuarenta y dos Estados de Estados Unidos y en veintidos países de Europa, Asia, Norteamérica y el Caribe. Estudió con maestros de la talla de Eugene List, Abbey Simon, Jerome Lowenthal, Nancy Bachus y Thomas LaRatta. Obtuvo una beca para la Escuela Juilliard de Nueva York, de la cual egresó con una Licenciatura. Entre los muchos premios obtenidos en concursos, se le otorgó el Primer Premio en el prestigioso Concurso Liederkrans, en 1990. Asimismo se ha presentado en la Galería Corcovan de Washington y en el Festival de los Palacios de San Petersburgo en Rusia. Con un repertorio de más de cincuenta conciertos y otras obras para piano y orquesta, Daniel Glover se ha presentado regularmente con dieciséis orquestas del área de la Bahía de San Francisco y con numerosas orquestas de Estados Unidos e Internacionales. Sus apariciones recientes incluyen el Estreno Mundial aclamado por los críticos del Concierto de Eric Zeisl en Do mayor (1952) en mayo de 2005 con la Sinfónica de Saratoga, el Concierto de Brahms Nº 2 si si bemol y Concierto en Sol de Ravel con la Sinfónica del Condado de Tulare, Concierto de Mozart en do menor, K. 491 con la Filarmónica Szeged (Hungría), el Concierto de Rachmaninoff Nº 3 con la Filarmónica del Norte de la Bahía de San Francisco, el Concierto de Tchaikovsky Nº 2 en Sol con la Sinfónica de Nova Vista la Rapsodia Op. 1 de Bartok con la Sinfónica de Kensington y el Concierto Nº 3 de Prokofiev con la Sinfónica de Redwood. Daniel Glover ha sido docente en la Universidad de Nueva York, Universidad de las Islas Vírgenes, Universidad de San Francisco, Universidad Notre Dame de Namur y en el Taller de Piano de verano en la Universidad Estatal de Kent. Daniel Glover ha registrado siete CDs, que incluyen Impresiones Españolas (2006), Bises del Romanticismo Ruso (2005), y un registro de actuaciones en vivo con interpretaciones de obras para piano y orquesta de Mozart, Strauss y Prokofiev (2005). Sus grabaciones anteriores incluyen toda la obra para piano de Ravel (2003), las Sonatas para violín y piano de Brahms con el violinista neoyorquino Matthew Reichert (2001), Románticos Rusos (2000), y un concierto en vivo dedicado a obras de Chopin (1999). Para más información: www.danielgloverpianist.com

 
 
Sábado 25 de junio, 19 horas

Concierto de la Orquesta de Vientos del Conservatorio Juan José Castro

Dirección: María Marta Ferreyra
Director Asistente: Pablo Vicente Fernández
 
Programa

Obras de Mozart, Pedro Iturralde, Astor Piazzolla, James Christensen, Sammy Nestico, W. C. Handy, William J. Schinstine, Irving Berlin, Esteban Ariel D`Antona, George Gershwin.

Orquesta de Vientos del Conservatorio Juan José Castro

Comenzó su actividad en el seno de la cátedra de Práctica Orquestal para Instrumentos de Viento del Conservatorio Juan José Castro en junio del 2000. Realizó conciertos en diversas instituciones de Capital Federal y Provincia de Buenos Aires. Ha llevado a cabo una serie de conciertos didácticos no sólo en colegios sino también en Institutos de Magisterio, con la finalidad de hacer conocer las diversas posibilidades instrumentales y llevar la experiencia en vivo del trabajo musical de conjunto. Ha actuado en varias oportunidades en el Conservatorio Juan José Castro, en la Iglesia Evangélica El Buen Pastor (Capital Federal) a beneficio de su comedor comunitario, en la Quinta Trabucco, en el Cine York, en el Museo Isaac Fernández Blanco y en el Centro Cultural Recoleta. En julio del 2005 estrenó las "Tres Piezas para Orquesta de Vientos" de la Compositora Silvina Wainszelbaum. Del 5 al 12 de enero del 2006 fue el único conjunto extranjero, especialmente invitado, para participar del Campamento Musical Marqués de Mancera que se desarrolló en Valdivia, Chile. Como Orquesta de nuestro país aportó obras de compositores argentinos que fueron muy valorados por los otros conjuntos y por el público chileno.

 
tramas
 

Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco
Sede Palacio Noel
Suipacha 1422

Horarios
martes a viernes de 14 a 19 horas
domingos y feriados de 11 a 19 horas
Entrada: General: $1. Jueves, gratis.

Dirección Museo de Arte Hispanoamericano
Lic. Jorge Cometti

Producción Musical
Leila Makarius
leila@pinos.com

Informes
Suipacha 1422
mifb_prensa@buenosaires.gob.ar

Días de semana
4327-/0228 int. 216

Fines de semana:
4327-0228 int. 215

 

 

 

 

 

 

 




 
 
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Anuario 2010
Todas las actividades desarrolladas por el MIFB durante el año 2010.
 
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